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Las lecturas más románticas para bodas católicas

Foto del escritor: Rojan CellosRojan Cellos

¿Están planeando las lecturas para su misa de bodas? Comiencen su ceremonia con un mensaje profundo y lleno de amor. Aquí sabrán dónde y cómo buscar su primera lectura para una boda católica: ¡Es hora de inspirarse!




Ejemplos de salmos para leer en las bodas


A continuación te dejamos algunos de los salmos más populares para ser parte de la ceremonia religiosa de bodas.


Confíen la lectura de los fragmentos de la Biblia a alguien de confianza, católico y que conecte con el valor espiritual que ustedes dan a su unión matrimonial. ¿Tal vez algún padrino, algún testigo, un familiar muy cercano?



 

Génesis 2, 18-24

Esta lectura es una evocación del mundo y la belleza que disfrutarán juntos. Leerla en su boda les recordará que son uno mismo. Si están buscando oraciones para invitaciones de boda, este texto puede ser una excelente opción.

  • En aquel día, dijo el señor Dios: "No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle a alguien como él para que lo ayude". Entonces el señor Dios formó del suelo todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y los llevó ante Adán hombre para que les pusiera nombre y así todo ser viviente tuviera el nombre puesto por Adán. Así, pues, Adán les puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no hubo ningún ser semejante a Adán para ayudarlo. Entonces el señor Dios hizo caer al hombre en un profundo sueño, y mientras dormía, le sacó una costilla y cerró la carne sobre el lugar vacío. Y de la costilla que había sacado al hombre, Dios formó una mujer. Se la llevó al hombre y este exclamó: "Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada 'mujer', porque ha sido formada por el hombre". Por eso el hombre abandonará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.


 

Génesis 24, 48-51.67

Esta cita del primer libro del Antiguo Testamento les recordará que, aun en los momentos más difíciles, encontrarán consuelo y dicha en su amor y en su fe.

  • En aquellos días, Eliezer, el siervo de Abraham, le dijo a Labán, hermano de Rebeca, y a Betuel, el padre de ella: "Bendigo al señor, Dios de mi amo Abraham, que me ha traído por buen camino para tomar a la hija de su hermano y llevársela al hijo de mi amo. Díganme, pues, si por amor y lealtad a mi amo, aceptan o no, para que yo pueda actuar en consecuencia". Labán y Betuel le contestaron: "Todo esto lo ha dispuesto el señor; nosotros no podemos oponernos. Ahí está Rebeca: tómala y vete, para que sea la mujer del hijo de tu amo, como lo ha dispuesto el señor". Llamaron entonces a Rebeca y le preguntaron si quería irse con ese hombre y ella respondió que sí. Así pues, despidieron a Rebeca y a su nodriza, al criado de Abraham y a sus compañeros. Y bendijeron a Rebeca con estas palabras: "Hermana nuestra, que tus descendientes se cuenten por millares y que conquisten las ciudades enemigas". Rebeca y sus compañeras montaron en los camellos y se fueron con el criado de Abraham, encargado de llevar a Rebeca. Isaac acababa de regresar del pozo de Lajay-Roí, pues vivía en las tierras del sur. Una tarde Isaac andaba paseando por el campo y, al levantar la vista, vio venir unos camellos. Cuando Rebeca lo vio, se bajó del camello y le preguntó al criado: "¿Quién es aquel hombre que viene por el campo hacia nosotros?" El criado le respondió: "Es mi señor". Entonces ella tomó su velo y se cubrió el rostro. El criado le contó a Isaac todo lo que había hecho. Isaac llevó a Rebeca a la tienda que había sido de Sara, su madre, y la tomó por esposa y con su amor se consoló de la muerte de su madre.




 

Salmo 32 (33), 12 y 18. 20-21. 11.

“La misericordia del Señor llena la Tierra”.


La misericordia del Señor llena la Tierra. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad. Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan su misericordia. (Todos) La misericordia del Señor llena la Tierra.

Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo; con él se alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos. (Todos) La misericordia del Señor llena la Tierra.

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. (Todos) La misericordia del Señor llena la Tierra.


 

Salmo 102 (103). 1-2. 8 y 13. 17-18A

“El Señor es compasivo y misericordioso”.

El Señor es compasivo y misericordioso. Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. (Todos) El Señor es compasivo y misericordioso.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia. Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles. (Todos) El Señor es compasivo y misericordioso.

La misericordia del Señor dura por siempre, su justicia pasa de hijos a nietos: para los que guardan la alianza. (Todos) El Señor es compasivo y misericordioso.




 

Salmo 111 (112). 1-2. 3-4. 5-7A. 7BC-8.9

“Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor”.


Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor. Dichoso quien teme al Señor. y ama de corazón sus mandatos. Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita. (Todos) Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.

En su casa habrá riquezas y abundancia, su caridad es constante, sin falta. En las tinieblas brilla como una luz el que es justo, clemente y compasivo. (Todos) Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.

Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus asuntos. El justo jamás vacilará, su recuerde será perpetuo. (Todos) Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.

No temerá las malas noticias, su corazón está firme en el Señor. Su corazón está seguro, sin temor, hasta ver derrotados a sus enemigos. (Todos) Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.

Reparte limosna a los pobres, su caridad es constante, sin falta y alzará la frente con dignidad. (Todos) Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.


 

Salmo 144 (145). 8-9. 10 y 15. 17. 18

“El Señor es bueno con todos”.

El Señor es bueno con todos El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. (Todos) El Señor es bueno con todos. Que todas sus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles. Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo. (Todos) El Señor es bueno con todos. El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones. Cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente. (Todos) El Señor es bueno con todos.

 

Salmo 33 (34), 2-3. 4-5. 6-7. 8-9

“Gusten y vean qué bueno es el Señor”


Gustad y ved qué bueno es el Señor. Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. (Todos) Gustad y ved qué bueno es el Señor. Proclamad conmigo la misericordia del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor y me respondió, me libró de todas mis ansias. (Todos) Gustad y ved qué bueno es el Señor. Contempladlo y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias. (Todos) Gustad y ved qué bueno es el Señor. El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege. Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él. (Todos) Gustad y ved qué bueno es el Señor.



Salmo 127 (128). 1-2. 3. 4-5 ac y 6a

“Dichosos los que temen al Señor”


Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. (Todos) Dichoso el que teme al Señor. Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. (Todos) Dichoso el que teme al Señor. Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida. (Todos) Dichoso el que teme al Señor

Estos son solo algunos ejemplos de los salmos más populares en las bodas católicas, pero recuerda que hay 5 libros de donde escoger el que más te guste.

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